+ que yoga
Entendemos el yoga como una práctica que va muuucho más allá de la esterilla. Nos lleva a estar presentes, habitar el cuerpo y darle un break a la mente. Aquí el yoga no va de imitar una postura perfecta que quizá vimos en Instagram. Sí que es fortalecer el cuerpo, tonificarlo y flexibilizarlo para poder conectarnos más a él y afinar nuestra escucha, dándonos así cuenta de todos los mensajes que nos envía. Nuestra visión del yoga implica poder llegar hasta dónde podamos ese día, sin sobrepasar el límite, aumentando nuestra escucha interna, conciencia corporal y propiocepción.
Cada persona, cada cuerpo, cada día es distinto. Por eso en El Templo encontrarás clases con diferentes niveles de intensidad, para que puedas venir a cuidarte según lo que necesites a cada momento.
slow yoga
Suave, profundo, restaurativo. Habitar lo lento para salir de las prisas. Ideal para cuando necesitas parar, respirar, y moverte desde el cuidado. Trabajamos la presencia, la atención al cuerpo, y soltamos tensión. Perfecto si te inicias en el yoga o si quieres profundizar en la escucha.
vinyasa yoga
El término Vinyasa se traduce como meditación en movimiento. Una práctica fluida, consciente, con base técnica y mucha presencia. Movimiento y respiración van de la mano, creando secuencias dinámicas que te conectan con el cuerpo y el ahora. Aquí no se trata de hacer posturas perfectas. Se trata de moverte con intención.
Sea cual sea la clase que elijas, en El Templo la intención siempre es la misma: habitarte, moverte desde el cuerpo real que tienes hoy, respirar + y exigirte -.
Aquí se viene a estar. A moverse. A cuidarse. A disfrutarse.
rocket yoga
Para las que quieren un plus. Secuencias potentes, juego con equilibrios, fuerza y resistencia. Ideal si ya tienes una base y te apetece explorar tus límites con humor y con paciencia. Sí: aquí se suda. Y, sobre todo, se disfruta.
movimiento expresivo
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¿Hace falta saber bailar?
→ No. Solo tener cuerpo. Y ganas de moverte.¿Hace falta experiencia previa?
→ Tampoco. No importa si nunca has hecho una clase así. Aquí vienes como estás. Y bailas como eres.¿Es una clase intensa?
→ Es una clase viva.
Habrá momentos suaves, momentos potentes. Tú marcas tu ritmo, escuchando lo que tu cuerpo te pida.¿Qué me puede aportar?
→ Más conexión contigo.
→ Más flexibilidad (por dentro y por fuera).
→ Soltar tensiones y cargas acumuladas.
→ Disfrutar del movimiento libre.
→ Expresarte sin juicios.¿Tengo que traer algo?
→ Ropa cómoda, botella de agua y un cuerpo dispuesto a escucharse. Nada más.
Aquí no hace falta saber bailar. Aquí no hay coreografía, ni técnica, ni niveles.
Aquí lo que importa es que todas tenemos un cuerpo.
Y ese cuerpo puede moverse, expresarse y sentirse.
Estas clases son un espacio para eso: para mover lo que llevas dentro, para liberar tensiones, para soltar la carga que a veces se queda en el cuerpo.
El movimiento es espontáneo, con una parte de calentamiento y entrenamiento físico al inicio y una guía de fondo para que tu cuerpo se abra poco a poco, para que tu respiración te ayude a soltar y a flexibilizarte — por dentro y por fuera.
Aquí vienes a moverte sin juicio.
A moverte por gusto.
A expresarte desde lo que eres hoy.
A sentirte.
grupo de meditación
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facilitado por Marc Granja
Trabajaremos diferentes técnicas de presencia, respiración, escucha corporal y meditación en quietud y en movimiento.El grupo es para ti si:
→ Quieres aprender a meditar de verdad, sin prisas.
→ Buscas un espacio cuidado y regular para profundizar en la práctica.
→ Te apetece un grupo que sostenga, acompañe y te ayude a mantener el hábito.No importa si nunca has meditado o si llevas años haciéndolo. Importa que vengas con ganas de practicar, de escucharte, de sentirte y de estar presente.
Aquí se viene a practicar estar. A habitarse. A sentarse con lo que hay.
El grupo de meditación de El Templo arranca en septiembre y es un espacio donde poder profundizar en la práctica. No es una meditación puntual ni una actividad suelta: es un grupo trimestral, con compromiso regular, para poder realmente integrar la meditación en tu día a día y en tu cuerpo.
Porque, como todo, a meditar se aprende practicando.
Y se sostiene mejor en compañía.